Y te quiero.









No quepan las palabras en una carta
ni los versos en un poema,

ni la voz en la boca,

ni el aliento en un futuro beso;

ni la tristeza por no tenerte cerca

ni el dolor por perderte; -la ausencia de mi-

ni el amor por degradar al cielo.

No quepan palabras en la mirada
cual virgen desciende de una palabra
-sentirte- acallar las calles
y entre huellas dibujar zapatos

-para llegar a ti-

para sentirte.-

para acomodar la voz; en un te quiero
y dar muerte al silencio
y no dejar morir, no dejarte morir,
borrar al tiempo,

y en la vida dejar un verso, -un beso-
y en el alma un te quiero.


Incoherencias. El dolor de la vida.










No me desagrada la muerte,
ni tampoco lo amargo de la vida

No me desagrada la gente
(que se involucra para no ser persona)
(Ni aquellos que borran con un dedo su nombre)

No me desagrada... las aves colgadas a un techo
ni los peces ahogados en el agua
-de su hogar cavan la tumba-
-lástima que otros le dan veneno-
-lástima que son personas, -pensantes- lástima somos nosotros-

No me desagrada el aire inventado
por las nubes de colores,
donde dentro caen aves
y el movimiento de la vida
-todo lo que se lleva el viento-
perdiendo su pecho
entre las chimeneas
de sirvientes a la muerte
-lástima que les damos combustible-
-a la muerte de otro caído-
-y el pie lo has dejado tú y tal vez yo-

No me desagrada caer,
y ver caer a los muertos
y junto a un lazo de eternidad
amarrándose con los vivos,

cayendo; caemos,
no me desagrada;

ver como el humano se come así mismo
y en la inmundicia
comer excrementos
cual alimento
es vida
en este mundo de muerte,

sí le sacamos una pierna
a un cuerpo caminando

y en el crecer
sacamos la invalidez
para usar las huellas
en los rostros
que buscan
alcanzar la gloria
mientras
los árboles caen y suelen caer,

cual inmundicia es ver caer a los vivos
y en la doctrina del mal, dañar a los vivos,
y en la verdad, reiterar el final de los vivos

y no queda aliento
para excomulgar a una raza.
Sí se come así misma
y no sabe para qué,

terminando en decadencia,
terminando con esta pecera,

ya a trizas,
no sabe de vida
y sólo sabe de muerte,

ni el dolor es la cura para el dolor de la vida...




...

Poema I... ¿Que haces...? (Mente vacía)












Ni la mirada, ni los ojos, ni el aliento,

ni todo lo que eyacule la boca
podrá con la muerte anunciada de la voz;

¡NADA! nada podrá hacer caer al cielo
ni nada podrá hacer volar al mar,
ni nada de nada, podrá despertar
los ojos surrealistas de un cuento,
-un cuento jamás contado-

ni la dicha, ni la alegría, ni la tristeza
podrá eludir el sonido
de un pétalo cayendo

ni el dolor y la ausencia
podrá hacer vibrar el sonido
de una lágrima muriendo...

Ni el sonido del piano desgarrado
y el violín atestado de melancolía
ni los chelos robando el dolor,
ni la noche pálida
ahogada en la luna,

ni las sombras, ni la silueta de la vela
perdiéndose en el oxigeno
tras barrer el silencio
entre la acuarela del rostro
-de quien intenta soslayar un verso-
y el pedal en su manos
al no encontrar punto final
se queda con el eco
resonando en el abismo de sus oídos;

"¿Qué haces?"

"Intento cavar mi tumba en un verso,
luego en un poema
y en la plenitud de un vuelo,
en un punto final."

Lastima que termino en una suspensión entre puntos buscando huellas["..."]