Mostrando entradas con la etiqueta El adiós. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El adiós. Mostrar todas las entradas

Ella abrazando a un niño.











He perdido la voz,
caminos se han perdido
desde el sur
hasta el norte/

en la descabellada forma
de retener el tiempo
sobre arrugas del viñedo


cuando ya es tarde,
-ya es del otro día-

y el desamparo del abrigo
-se atasca en el reloj-

y el recuerdo
de "Ella abrazando a un niño"

queda como quedando retenido
en la pintura de la pared vieja

quebraja; con lágrimas de madera
cual astilla sobresiente el corazón de termita;

yendo al suicidio de la naturaleza,
cuando más no encuentro palabra
para dejarte atada en la..., corteza...

"sostén eléctrico
al vacío"

aquí donde no me ves
pero te veo...,
/en la chispa de mis párpados/
-oculto la oscuridad
dejando morir la luz
resecando
lo seco de la voz de antaño
cuando eras paz
y..., yo guerra

en esta caída de teclas...,
recuerdas/

-como envenenamos el veneno
y asesinamos a la muerte


y... en el orgullo de darla vida a la vida
abrazamos palabras suicidas-


Como tú..., palabra de ayer
y.., yo palabra de hoy


-y el reloj sacude los árboles
en el asiento ocupado del recuerdo-


donde sigues tú al lado de la muerte-
al rostro borrado
de mis manos-


cuando era ave; y tú lamentablemente eras aire...

(Se acabo el aire..., el viento..., en cenizas sostuvo al mundo,
y las aves envenenaron la belleza... del arte al cielo...)



...

Palabras al viento...



A veces la vida es más que la vida, -pero- entre la oscuridad la vida pareciera ser una terrible pesadilla, una dolencia que está, que hiere; que mata, y uno quiere que la puerta se abra, y queda cerrada; hasta perder la boca y luego el alma, y sé abre. Cuando el dolor es vida, ¡se abre! cuando sé es muerte, se abre; cuando ya no hay luz última para querer despertar en un sueño... 








No existe definición
-ni palabra-
[Ni voz]

Para apreciarte la boca
sumida al llanto

cuando agonizas
mirando la puerta
(Queriendo que se abra)
...
y
sólo queda lamento
quedando las sombras
siluetas sinuosas
acribillando la espera

en
el
dolor
las palabras al viento
murallas dando el tibio amor
cual desenlace es ver caer tus manos

cuando la esperanza ha decidido morir;

no hay voz para borrar el silencio

¡Y las palabras no bastan!

la soledad está presente
arrancando la nostalgia

-y la puerta- aún no quiere despertar
frente al rincón del pecho herido

ni- sonidos- aplauden oídos
-ahogados-
el frío endurece la sangre,
y aún la sombra de una puerta quebrajada
resiste al viento,
aún sigue cerrada
como la boca
atestada de lluvia
y las lágrimas fallecidas
cuando sé es de mañana
en el tiempo escabroso

donde, ya has desistido
cerrando los ojos
muriendo-

(La puerta se abre)

Y cuervos llevan tu cuerpo,
y la sombra renace
mirando
como te vas,
en un adiós eterno...

-La muerte te mira desde el silencio...-