Mostrando entradas con la etiqueta Muerte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Muerte. Mostrar todas las entradas

Sin querer... Te recuerdo...






Y sabes como pasa el tiempo-
acaso lo sabes

... y te quedas mirando la hierba
como crece en la cama donde has decidido morir

y se arruga la espalda,
creciendo el dolor del tiempo (Y no quiero reiterar relojes)

cuando tus manos cobijan una lágrima,

sin querer digo tu nombre -lo grito!

sin querer respiro el oxigeno 

sin querer se borra la vida

sin querer tu corazón se detiene
las arterias renuncian a regalar aliento
al pecho desahuciado de alegría

sin querer el lugar cambia;
pétalos de noche cubren el horizonte

sin querer lágrimas!

las lágrimas sin querer
viven y crecen en la puerta
cerrada está-

sin querer duermes en el cuarto
la oscuridad desde aquí,
la luz desde ti...

Sin querer permaneces aniquilada en una pintura;


la mente  
... las conexiones,


desde el punto fijo 


... recordándote,

recordarte desde el punto fijo
de tu mirada, 
de tu voz,-

de tu nombre
en cenizas al viento

cuando sin querer el reloj,

deja el tatuaje 
de tu nombre 
en la tierra,

desde décadas, el tiempo lleva tus arrugas
tus arrugas y las cenizas al tiempo
desde hoy te recuerdo...






Palabras al viento...



A veces la vida es más que la vida, -pero- entre la oscuridad la vida pareciera ser una terrible pesadilla, una dolencia que está, que hiere; que mata, y uno quiere que la puerta se abra, y queda cerrada; hasta perder la boca y luego el alma, y sé abre. Cuando el dolor es vida, ¡se abre! cuando sé es muerte, se abre; cuando ya no hay luz última para querer despertar en un sueño... 








No existe definición
-ni palabra-
[Ni voz]

Para apreciarte la boca
sumida al llanto

cuando agonizas
mirando la puerta
(Queriendo que se abra)
...
y
sólo queda lamento
quedando las sombras
siluetas sinuosas
acribillando la espera

en
el
dolor
las palabras al viento
murallas dando el tibio amor
cual desenlace es ver caer tus manos

cuando la esperanza ha decidido morir;

no hay voz para borrar el silencio

¡Y las palabras no bastan!

la soledad está presente
arrancando la nostalgia

-y la puerta- aún no quiere despertar
frente al rincón del pecho herido

ni- sonidos- aplauden oídos
-ahogados-
el frío endurece la sangre,
y aún la sombra de una puerta quebrajada
resiste al viento,
aún sigue cerrada
como la boca
atestada de lluvia
y las lágrimas fallecidas
cuando sé es de mañana
en el tiempo escabroso

donde, ya has desistido
cerrando los ojos
muriendo-

(La puerta se abre)

Y cuervos llevan tu cuerpo,
y la sombra renace
mirando
como te vas,
en un adiós eterno...

-La muerte te mira desde el silencio...-